jueves, 12 de febrero de 2009

Torpezas vienesas

Llegué al hotel, subí a la habitación, dejé la maleta y empecé a investigar... un cajón por aquí... otro por allá... que mono el patito del baño (it's true)... el escritorio... y qué lámpara de sobremesa más chulita... a ver, a ver, vamos a encenderla...

No encontraba pitorrito, ni cuerdecita, ni clavijita, ni mandito, ni interruptorcito ni leches por más que pasaba la mano a lo largo del pie (que al no llegar al suelo podíamos llamar mano) de la lámpara, ni tampoco al pasarla por la pantalla propiamente dicha. Así que empecé a pensar 'Ana, estás en un hotel de 4 estrellas..., año 2009, quizá en Viena esto de la domótica está a la orden del día...', así que empecé a hacer unos pases mágicos (sin tocar propiamente la lámpara) pensando que igual detectaba mi mano... Por todas partes, pase por aquí, pase por allá, pase mi sí, pase mi sá... En ésas estaba yo cuando de repente se encendió!!! Bien, me dije, lo he conseguido... Un minuto de triunfo fue suficiente así que decidí apagar la lámpara...

Je ¿cómo coño la he encendido? ¿qué pase mágico sería el adecuado? ¿sería uno sólo o la combinación de varios? ¿una especie de Don Simon? Diossssssss, no me acuerdo de lo que he hecho... bueno, allá vamos... más pase mi sí, pase mi sá... (que no sé si sabéis lo que es pero es lo que decía mi tío cuando nos hacía trucos de magia) y que nada... 'Ana, a que vas a tener que dormir toda la noche con la potente luz del escritorio por inútil!!!' porque no voy a llamar a los de recepción por esto...

Menos mal que una es ancha de miras y cual Sherlock decidí separarme un poco de la mesa para tomar perspectiva y elaborar una estrategia, y entonces... me iluminé... sí!!! ya sabía como apagar la lámpara, sólo tenía que acercarme a la mesa, repetir esos pases mágicos con las manos e intentar (sabiéndolo es más difícil) que mi muslo tocara el interruptor blanco y grandote que estaba en el canto de la mesa...

3 comentarios:

ana dijo...

Sí, sí, también seguí el cable pero se metía por el borde de la mesa y no...

carmiña dijo...

Me parto de risa imaginándote cual ilusionista esquizofrénico, pase por aquí, pase por allá,¡mira que si te sale una paloma volando de debajo del escritorio!.

Anónimo dijo...

juajuajuajauajaujauajauajaua
¡¡esto es como tener un club de la comedia particular!!

...y eso que yo ya conocía la historia...
be beo toa